LA HISTORIA DEL LOFT

Quizá quieras saber más su historia…

Ángeles Larrea, nace en noviembre de 1925 en una aldea cercana a Arriondas, aunque desde pequeñita todos la llaman Tita.

A los once años les sorprende la guerra civil y su padre se exilia a Francia, lo que hace que madure de golpe. Tita se ve obligada a trabajar en cualquier cosa desde bien joven para ayudar a su madre y sus dos hermanos, hasta que el destino quiso que una vecina peluquera le aprendiera el oficio.

El año que cumple los diecinueve, le llegan las trágicas noticias de la muerte de su padre. Aunque no todo es malo, ese mismo año se casa con nuestro güelu Manolo y abre su propia peluquería en el edificio de la calle Inocencio del Valle en Arriondas, donde ahora se ubica el LOFT.

Sus puertas siempre estaban abiertas, literalmente, trabajaba desde las ocho de la mañana hasta bien entrada la noche y con los años su negocio se convirtió en algo más que una peluquería… Fue un importante punto de reunión para todas mujeres de la zona, donde reían, charlaban y exponían abiertamente sus ideas sin ningún tipo de juicios. Ella siempre decía “mi peluquería es de las pobres y las ricas, sin distinciones ni clases”.

Tita fue una adelantada a su tiempo, echada «p’alante» y con una mentalidad muy abierta, divertida y alegre, con una gran personalidad y, por qué no decirlo, bastante carácter. Tita fue una persona muy querida en Arriondas e incluso diríamos que no hay un solo vecino que no la conociese. Estamos seguras que la recuerdan por su gran sonrisa y su buen humor.

Trabajó hasta su jubilación, lo que no le quitó la oportunidad de viajar, que le encantaba, y disfrutar de su tiempo libre. Tita falleció en agosto de 2013 rodeada de su hijo y el resto de su familia, de la que ella siempre cuidó.

Nosotras, sus nietas, queremos hacerle un pequeño homenaje poniendo su nombre a esta vivienda turística que hemos rehabilitado con tanto mimo y en el edificio en el que tantos momentos vivió.